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EL RECTOR LÍDER DE LA TRANSFORMACIÓN PARA LA PRODUCTIVIDAD Y LA SOSTENIBILIDAD.

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Fecha: 04/19/2022
A. MARCO REFERENCIAL La fuerza competitiva  más importante  para que un colegio pueda  enfrentar un   futuro brillante  en todos sus cometidos, lo constituye el liderazgo  de la persona a su cargo y de los colaboradores en posiciones clave del mismo. Esa persona, el rector, tiene que ser un ser humano con actitudes, valores, ética e […]

A. MARCO REFERENCIAL

La fuerza competitiva  más importante  para que un colegio pueda  enfrentar un   futuro brillante  en todos sus cometidos, lo constituye el liderazgo  de la persona a su cargo y de los colaboradores en posiciones clave del mismo. Esa persona, el rector, tiene que ser un ser humano con actitudes, valores, ética e integridad a toda prueba, y con las habilidades y competencias requeridas para desempeñar una tarea de tal transcendencia como es la dirección de una Institución Educativa  tan compleja y de tan altos niveles de dificultad para su manejo.

El Rector Líder es el responsable de formular y materializar la estrategia con que el colegio enfrenta el desafío de los competidores actuales y potenciales.

El rector es el líder indiscutible de toda la organización y en esta condición tiene que ser capaz de ejercer  un liderazgo trasformador, inspirador  y realizador, signado por los más altos estándares tanto éticos como morales y los niveles de logro más altos posibles, de tal suerte que toda la Institución se distinga  por su calidad y excelencia  y contribuya al bienestar de sus alumnos  y todos sus demás grupos de interés.

Michael E. Porter, escribió hace a algunos años, un artículo en Harvard Business Review que tituló “Las cinco fuerzas competitivas que le dan forma a la estrategia”.

En él analiza certeramente las fuentes del éxito de una organización al enfrentarse a la competencia que permanentemente amenaza la productividad y   competitividad  de una organización y su existencia misma.

En la gráfica siguiente se muestran esas cinco fuerzas  en forma original.

Todas las fuerzas expresadas por Porter pueden aplicarse al mundo de la educación con una duda de mi parte del poder de negociación de los proveedores. Por tanto, esta fuerza la he reemplazado por El Liderazgo inspirador y transformador del Rector.

Porter trae como colofón, para demostrar el impacto de esas cinco fuerzas, la siguiente aseveración: “Tomar conciencia de estas cinco fuerzas puede  ayudar a una empresa a comprender la estructura del sector en el cual compite y elaborar una posición que sea más rentable y menos vulnerable a los ataques”[1].

Por tanto el Rector- Líder tendrá que ser consciente de las fuerzas que provienen del entorno para analizarlas y disponer lo necesario para que la Institución Educativa    que lidera las enfrente adecuadamente.

Hay organizaciones que se duermen en sus laureles y piensan que la bonanza de hoy será permanente. Se escuchan rectores que dicen que todo lo anterior no los afecta pues hoy todo está en marcha, sin tropiezos serios que amenacen la Institución Educativa.

El mero hecho de decir o pensar así, en privado o en público, genera muchos problemas pero aquí solo se menciona el que los miembros de la organización pueden creerse esa idea y bajar la guardia entrando en zonas de confort y complacencia que a la postre son un riesgo institucional.

B. CONOCIMIENTOS Y HABILIDADES DEL RECTOR

El gran cometido del Rector Líder será entender el contexto con sus oportunidades y amenazas  para diseñar  el rumbo institucional. Para ello, tendrá que acometer cuatro  aspectos específicos.

  1. Conocerse a sí mismo.
  2. Conocer el mundo globalizado y complejo del ayer, del hoy  y del mañana.
  3. Conocer el país en todos sus aspectos, económicos, sociales, políticos, culturales y ambientales.
  4. Conocer su propia Institución Educativa, con su pasado y presente y ser capaz de prospectar un futuro promisorio y sostenible.

A continuación se presenta una breve descripción  de estos cuatro aspectos y actuaciones del Rector que en adelante  se denomina Rector-Líder para distinguirlo del Rector como simple administrador de la Institución Educativa.

Un colegio que pretenda sobresalir y caracterizarse  como una organización  de calidad y excelencia deberá tener un Rector-Líder que la conduzca a futuros posibles y más sostenibles.

1.Conocerse a sí  mismo

Este es un tema que ha inquietado al género humano desde la alborada de los siglos. El ser humano, en el silencio del recogimiento o dentro del ruido del caos urbano diario, está permanentemente rumiando pensamientos que van  y vienen en su conciencia y van transformando su propio ser como resultando de las conductas y comportamientos  generados y no siempre explicados por la persona misma y por los que lo rodean.

En el oráculo de Delfos en Grecia, estaba grabada una inscripción que decía: Nosce te Ipsum, conócete a ti mismo, que ha sido tomada  por la humanidad como recordatorio de la importancia de conocerse a sí mismo para poder actuar  de manera congruente.

Ese conocimiento  de sí mismo debe partir desde lo  más simple  hasta lo más complejo de la persona; esto es, desde lo material y fisiológico de nuestro propio cuerpo, hasta llegar al plano mental y de la conciencia. El conocerse a sí mismo parte de una autoevaluación de su interior y de su exterior. Mucho nos enfocamos en lo externo porque está expuesto a la percepción de los demás pero a menudo  dejamos de lado nuestro interior conocido sólo por nosotros, aunque  es, desde aquí,  desde donde se explica la conducta  de un individuo de forma más certera.

El Rector-Líder deberá conocerse a sí mismo no solo desde lo competencial o disciplinar sino y más importante, desde lo psicosocial y espiritual, de tal modo que haya armonía y correlación entre las manifestaciones externas y lo que realmente es en su vida interior.

Con base en el autoconocimiento logrado con la introspección, el Rector- Líder puede, con mayor posibilidad de éxito, cumplir a cabalidad el papel de conductor e inspirador de quienes lo acompañan en la búsqueda de los fines últimos de la Institución Educativa.

Teniendo como pilar fundacional el conocimiento  de su propio Yo, el Rector-Líder, para ser exitoso en la gestión del colegio, deberá haber desarrollado un bagaje amplio del corpus conceptual y operativo del arte de la gestión de organizaciones y ello implica, por lo menos, haber desarrollado, las siguientes habilidades para desempeñarse como cabeza de la Institución Educativa.

  • La habilidad, conceptual, para captar el nivel de complejidad, de relaciones e  interrelaciones del colegio y cómo éste responde al medio ambiente social, político, educativo, ecológico,  tecnológico y normativo en donde opera.
  • La habilidad humana, para poderse relacionar con todas las personas internas y externas a la Institución Educativa. Deberá entender la compleja teleología de los seres humanos y aglutinar mentes y voluntades de los colaboradores,  motivándolos para lograr las metas y objetivos propuestos.
  • La habilidad técnica,  para aprovechar y aplicar conocimientos, experiencias, técnicas, procesos y procedimientos a fin de optimizar la cadena de valor  en la formación  de los estudiantes y en la comunicación con los grupos de interés. Es crucial saber de la disciplina de la educación y desarrollar  competencias específicas para gestionar la organización. Entre esas competencias de gestión, deberá poner atención a las siguientes:
    1. Gestión de la Autoevaluación.
    2. Gestión de Estrategia Educativa.
    3. Gestión de los Procesos Educativos.
    4. Gestión Humana.
    5. Gestión de la Comunicación.
    6. Gestión del Mercado.
    7. Gestión de Estudiantes y demás Grupos de Interés.
    8. Gestión de Planta Física, Recursos y Tecnología Educativa.
    9. Gestión Financiera.
    10. Gestión de la Innovación y Buenas Prácticas Educativas.La gráfica siguiente muestra el Modelo Integral de gestión para el colegio.

La gráfica siguiente muestra el Modelo Integral de gestión para el colegio.

El rector líder tendrá que autoevaluarse permanentemente frente a cada una de estas habilidades y determinar sus fortalezas y debilidades para diseñar acciones de mejora permanentes a fin de optimizar su capacidad de liderazgo para conducir la organización hacia su fin.
Esas  habilidades y competencias deberán socializarse y formar en ellas a todo el personal  de los diferentes subsistemas constitutivos de la Institución Educativa  y según su ámbito de responsabilidad para lograr la eficiencia, eficacia y productividad,  necesarias para aspirar a llegar a ser una organización excelente.
Si predicamos la necesidad del liderazgo del rector, debemos expresar qué entendemos cuando hablamos de liderazgo:
Liderar es saber inspirar e  influenciar el comportamiento de los colaboradores y personal relacionado con la Institución Educativa, en forma positiva, para lograr las metas, los objetivos, los sueños y las esperanzas  de los colaboradores y de la organización.
Para su éxito, el Rector  líder, al ejercer el liderazgo, tiene en cuenta el interior  de su organización y el entorno en donde se encuentra inmersa, así como el entorno mundial.
Esta definición de liderazgo va mucho más allá del concepto de administración que esencialmente apunta a arbitrar y asignar  recursos para el logro de objetivos. Como dice  Kast y Rosenzweig:3”La administración comprende  la coordinación de hombres y recursos materiales para el logro de ciertos objetivos… y dentro de este proceso se pueden distinguir cuatro elementos básicos:
Dirección hacia objetivos, a través de la gente, mediante técnicas, y dentro de la organización, para eso es necesario conocer y desarrollar las cuatro funciones de la administración que se conocen como el proceso administrativo: La Función de Planeación, La Función de Organización, La Función de Dirección, La Función de Control.
Cuando un Rector actúa como administrador  está más centrado  en que él y todos sus colaboradores cumplan esa funciones, muchas veces en perjuicio de los resultados. Por eso, un tanto peyorativamente, se les conoce  como funcionarios cuyo objetivo  es cumplir la función,  no importando si se  logran o no resultados para satisfacer necesidades y expectativas  de los colectivos que se relacionan  con la Institución Educativa.
2.Conocer el mundo
Para entender el mundo de hoy y del futuro, el Rector-Líder deberá escrutar y analizar cómo la humanidad ha recorrido el camino de la transformación y de los cambios acelerados.
Hay trazos históricos que muestran la génesis y el trascurrir del género humano en el mundo, que con su esfuerzo e inventiva, ha venido  construyendo en  la búsqueda del bienestar.
En efecto, el trasegar histórico y de desarrollo humano arranca cuando el ser humano se levanta sobre sus dos pies, inventa el fuego, inicia la revolución de la palabra  para identificar las cosas, plasma la palabra en  caracteres escritos, deja de ser nómada y recolector y se asienta en comunidades que inventan la agricultura y la ganadería, la división del trabajo y la administración para racionalizar los recursos de producción para llegar, a lo largo de los siglos, a la revolución industrial que transforma la producción manual en producción industrial. Últimamente se ha llegado a la gran transformación de la información y del conocimiento generando un proceso de cambio tan profundo que ha modificado radicalmente el comportamiento de la humanidad. El género humano ha ido de revolución en revolución  para mejorar su recorrido vital en la tierra.
Si tomamos la era cristiana y la convertimos en generaciones de 25 años de duración, tenemos que han pasado 80 generaciones y que los grandes hitos  de la historia, eventos, descubrimientos, mejoras, innovaciones y transformaciones han ocurrido en el transcurso de las 8 últimas generaciones. Pero los eventos de cambio  más centrales se  han producido durante las últimas cuatro generaciones. No obstante, el mundo actual se ha transformado en las dos últimas generaciones tras la culminación de la segunda guerra mundial y la aparición de una gran revolución cultural. .
Esta última aseveración se sustenta al constatar los eventos más significativos ocurridos durante estas dos generaciones, los últimos 50 años.
Para bien o para mal,  han cambiado  la conducta  del mundo  en los aspectos políticos, económicos, sociales, culturales medio ambiental y militar  y, de contera, han conformado nuevas maneras de administración, gestión y liderazgo  mundiales.
El Rector –Líder tiene que saber interpretar  estos fenómenos  para ser eficaz en su tarea formativa  y contribuir a la sostenibilidad del Colegio.
Muchas instituciones educativas están siendo gestionadas como si el mundo  fuera el mismo de decenios o centurias pasados  y por eso desempeñan una pobre tarea de enseñar algo  sin mayor impacto y por tanto sin trascendencia alguna en el mejoramiento de sus alumnos para que puedan enfrentar el mundo globalizado en el que deberán desempeñarse, en los aspectos laborales y sociales, en el inmediato futuro.
3.Conocer el país
El Rector-Líder debe poseer una vasta cultura general acerca de los orígenes  y acontecimientos más cruciales del país, en particular:
El Rector-Líder tiene que conocer la historia del país y sus principios fundantes.
Deberá conocer la constitución política y las leyes que lo rigen.
Especial atención deberá prestar al desarrollo económico, social y político en que se enmarca el país.
Sabrá de los grupos poblacionales, de su geografía y de las regiones.
Tendrá siempre presentes los símbolos de la nacionalidad.
Deberá adentrarse en el desarrollo educativo, su estructura, funciones, retos, dificultades, logros y como se compara mundialmente.
Sabrá de la cultura, del desarrollo científico, técnico y tecnológico.
Estará interesado y activo en los sueños y esperanzas de construir un país en paz, en justicia, en equidad, en donde todos los ciudadanos puedan realizarse.
4.Conocer el colegio
El Rector-Líder, para el éxito en su gestión, deberá conocer profundamente  la historia pasada y reciente de la Institución Educativa  para poderla  prospectar hacia estados de desarrollo acordes con las características del mundo  y las tendencias hacia donde pueda irse orientando.
Eso indica que el líder tendrá que estar siempre  en modo análisis y reflexión en torno a la Institución Educativa   y para ello  deberá  ser minucioso en saber acerca de:
La historia, la filosofía y la cultura de la Institución Educativa.
Cuáles son los grupos de interés del colegio, con sus necesidades y expectativas.
Cuál es la visión, misión, principios, valores y su correspondiente explicación de por qué fueron escogidos y materializados de esa forma.
Deberá diseñar el direccionamiento estratégico y operativo del colegio.
Deberá conocer su colegio en el contexto económico y social que lo rodea para analizar la manera de orientarlo hacia el éxito.
Deberá conocer el sector y la competencia pues de otra manera no podrá cumplir con sus metas y objetivos.
C. LA TAREA MÁS ESPECÍFICA DEL RECTOR LÍDER
1.Crear y realizar una visión consensuada y compartida.
En el contexto anterior, se puede  concluir que la tarea del Rector-Líder es bien compleja y por eso deberá estar en permanente análisis y reflexión. De modo indicativo y no conclusivo,  se presenta y se especifica a continuación el alcance y profundidad de la tarea  del Rector-líder.
El Rector-Líder debe diseñar nuevos  rumbos a la  Institución Educativa    para enfrentar la competencia y, el nuevo rumbo escogido, deberá traducirse en una visión clara y compartida.
El Rector- Líder  deberá diseñar una estrategia adecuada para desarrollar la misión y a través de esa estrategia, lograr el alcance de la visión a que aspira la Institución Educativa.
El Rector-Líder deberá ser capaz de conocer y entender a todos los grupos de interés de la Institución Educativa   y diseñar políticas  que conlleven a satisfacer sus necesidades y expectativas para lograr los resultados a que todos ellos aspiran.
El Rector-Líder deberá tener el conocimiento indispensable para desarrollar  la misión y los procesos requeridos para orientar la Institución Educativa    por  el camino apropiado que la conduzca hacia su visión como punto de llegada o de aspiración suprema.
El Rector-Líder deberá rodearse de personas talentosas y comprometidas para, compartir con ellas la visión y ejecutar la misión que materializa la aspiración última de la Institución Educativa.
El Rector-Líder velará para que personas, recursos, estrategia, procesos, procedimientos, mediciones y sistemas se gestionen eficientemente  para materializar la visión.
El Rector-Líder analiza permanentemente la cultura del colegio y diseña estrategias para que dicha cultura se mantenga dinámica y con síntomas de salud organizacional.
El Rector-Líder deberá formar y capacitar permanentemente  a las personas y a los equipos de trabajo en los temas estratégicos para lograr los resultados organizacionales, sin olvidar temas de desarrollo personal, motivacional, de innovación y creatividad.
2.Estudiar la presión del cambio sobre la organización y los nuevos modelos de gestión
El mundo está signado  por la velocidad del cambio, por la alta volatilidad, por la incertidumbre, por la complejidad y la ambigüedad.
Estas son fuerzas motoras y transformadoras  que es necesario tener en cuenta  al momento de dirigir una organización y conseguir sus resultados.
3.Alinear hacia la visión
El Rector – Líder tiene la obligación de velar para que todas las decisiones que de cualquier naturaleza se tomen en el colegio en los diferentes niveles organizacionales deban tener un propósito definido que se dirija en forma específica y en forma eficaz al logro de los distintos aspectos  que componen la visión adoptada por la institución. La alineación de decisiones con sus respectivas actividades y tareas es una característica indispensable  para que la institución  se enfoque en el logro de la visión y desde luego  de la misión que ejecuta a través de la gestión de procesos. Si la alineación es clara y se realiza en forma consiente y permanente  por parte del Rector Líder, de su grupo directivo  y de todas las demás personas, la posibilidad  de éxito es muy alta, lo que conlleva al logro de los objetivos estratégicos que le dan sostenibilidad a la organización. Esto puede observarse en la organización  alineada como se representa en la figura siguiente en contraste con la organización no alienada y que se convierte en un verdadero saco de anzuelos imposible de ordenar hacia el logro de objetivos estratégicos.
4.Constituir equipos de trabajo

El Rector-Líder es el responsable de conseguir  el mejor personal para la Institución Educativa y hacer del trabajo en equipo la fórmula para la eficiencia.

Estos equipos debidamente gestionados  por el Rector-Líder  se convertirán en los transformadores  de la organización.
Los equipos de trabajo bien gestionados son  las células constitutivas y dinamizadoras de la Institución Educativa.
Los equipos de trabajo en constante interacción para el cumplimiento de la misión y la visión generan el talento que requerirá la Institución Educativa    para transcender  y acoplarse en el mundo  globalizado y complejo donde opera.
Saber liderar los equipos de trabajo en  conjunto y a nivel de cada uno de ellos, es el secreto para lograr el éxito de la Institución Educativa   materializado en resultados concretos.
Saber motivar y comunicarse eficazmente con y entre los equipos de trabajo produce una Institución Educativa sana y exitosa.
A mayor número de equipos de trabajo que operan eficazmente, mayor será el éxito y la productividad de la Institución Educativa.
Los equipos debidamente empoderados por el líder son más eficientes en la solución de problemas pues están cerca del lugar donde estos se producen.
Cuando el Rector-Líder comparte con los equipos  de trabajo la función del liderazgo, éstos, logran mayor madurez, confianza  en su actuación  y se convierten  en equipos de alto rendimiento  por su constante efectividad.
El Rector-Líder para ser eficaz en la gestión de equipos de trabajo  deberá desplegar un liderazgo flexible, abierto al cambio, al compromiso, a la delegación, a la confianza, al respeto de dichos equipos  y de cada una de las personas que los conforman.
5.Relacionar el colegio con el entorno y gestionar el cambio
El Rector-Líder deberá ser capaz de entender y responder a los altos niveles de complejidad  del mundo actual para adecuar la Institución Educativa   a dicha complejidad y a los cambios permanentes que la generan.
El Rector-Líder deberá gestionar el cambio en la Institución Educativa    para que ésta responda a los requerimientos  de este nuevo mundo  generado por las grandes revoluciones que periódicamente trasforman el devenir histórico de la humanidad y sus consecuentes formas de enfrentar la manera de vivir el diario discurrir de este mundo en constante cambio y signado por una competencia feroz.
El Rector-Líder tiene su mirada puesta en el futuro y hace todo lo indispensable para que la Institución Educativa se prospecte hacia dicho futuro como estrategia de transformación permanente.
La gráfica siguiente muestra la interacción de la organización educativa con su entorno.
INTERACCIÓN DE  LA ORGANIZACIÓN CON EL ENTORNO
6.Pensar, reflexionar, y escuchar
Con base en el conocimiento de sí  mismo, del mundo globalizado, del país y de la Institución Educativa, el Rector-Líder podrá realizar y perfeccionar su capacidad de pensar, reflexionar, escuchar y comunicar para cumplir el papel de conductor e inspirador de quienes lo acompañan en la búsqueda  de los fines últimos de la Institución Educativa, de su permanencia y sostenibilidad. De esta manera, el futuro podrá ser más brillante y promisorio.
7.La ejecución de la estrategia
La misión soñada hay que concretarla y volverla realidad por medio de una ejecución acertada. El Rector – Líder es una persona de acción,  no solo tiene que establecer la visión sino que tiene que diseñar la estrategia para lograrla. El diseño de la estrategia termina en su ejecución, de otro modo todo se quedará  en  buenas intenciones. El Rector-Líder tiene que hacer  un seguimiento estricto para cerciorarse  de que todos los colaboradores, en todos los subsistemas de la organización están  ejecutando lo que les corresponde y  están logrando los resultados parciales de tal  suerte que en el agregado se logre el resultado  final deseado.
El Rector-Líder deberá conjugar permanentemente el verbo ejecutar pues es en este rol de ejecutor  y realizador en donde el Rector-Líder se prueba a sí mismo y frente a los grupos de interés del colegio.
Larry Bossidy y Ram Charan en su libro “El arte de la ejecución en los negocios” ha escrito que “El liderazgo  que carece de la disciplina de ejecución  está incompleto  y no es efectivo. Sin la capacidad para ejecutar, todos los demás atributos del liderazgo se tornan huecos”.
CONCLUSIÓN
La excelencia en educación se puede lograr si se cuenta con un Rector-Líder, un equipo directivo que acompañe en el liderazgo y con un número de equipos de trabajo que se encarguen de ejecutar  y realizar las buenas ideas para formar seres felices.
El Liderazgo del Rector es la variable indispensable para que el colegio sea eficiente, eficaz, competitivo y pueda prospectar su futuro de manera certera.
La ilustración muestra a un líder que dice, a un líder que hace, a un líder que enseña, a un líder que demuestra y a un líder que logra resultados.
A lo largo de esta exposición hemos venido hablando del liderazgo y del líder que lo materializa en una Institución Educativa. A manera de cierre se presenta una reflexión sobre el ADN del liderazgo  para la Excelencia  organizacional:
Ser innovador: Un líder excelente promueve la autonomía y la libertad de las personas y les crea espacios para la observación, la creatividad, la mejora continua y el alcance  de sus propios sueños. A la vez, promueve el diseño de nuevos espacios para aprender y para enseñar. El líder de excelencia está siempre comprometido con la formación de los mejores seres humanos como campeones de la libertad, la justicia, la paz y la alegría de la comunidad de los seres humanos.
El líder de Excelencia se rodea de las mejores personas para lograr los objetivos institucionales. Bien lo dice el Modelo EFQM de Excelencia: “El éxito se logra a través de las personas” y para ello, es necesario que ese líder de excelencia promueva  la dedicación del personal en el puesto de trabajo para ser eficientes, eficaces, productivos, de una parte y, de otra para que iluminen la cultura organizacional con los principios y valores más importantes que reclama una sociedad sana como son: la ética, la moral, la honradez, la disciplina, el respeto por sí mismo y por el otro, el respeto por la diferencia  entre los seres humanos. He dicho en muchas partes que el líder debe rodearse de señoras y señores, antes que de doctoras y doctores que no estén debidamente formados.
El líder de Excelencia es un modelo social. Se aparta de la vana apariencia, es sencillo en su personalidad y diseña sistemas también  sencillos y comprensibles, de tal modo que impacten la vida de la organización. Es sincero, es leal, es justo, es comprometido, está presto a ayudar, a enseñar, a ser solidario; es un amante del cambio cuando éste tiene sentido y le aporta a la felicidad de las personas.
El líder de Excelencia está siempre en la búsqueda de la calidad en todos sus cometidos. La excelencia y la calidad para este líder es  su forma de vida, no es una imposición, no es una moda, no es una motivación extrínseca, es hacer todo lo que hay que hacer de una manera correcta.
El líder de Excelencia es una persona de acción, está siempre en movimiento. Visita permanentemente los diferentes subsistemas que conforman una institución, conversa con las personas, se entera de sus sueños y esperanzas, de sus problemas, de sus logros y fracasos. Es un maestro, un guía, un amigo a quien quieren y respetan sus colaboradores y éstos a su vez, se sienten amados y  respetados por él.
El líder de Excelencia no está encerrado en ninguna torre de cristal, por el contrario, está en el surco diario al lado de todo el contingente humano que con él tiene la responsabilidad de lograr los mejores objetivos que  beneficien a todos los grupos de interés de la organización.

BIBLIOGRAFIA

  1. Porter, Michael E. “Las Cinco Fuerzas Competitivas que le dan forma a la Estrategia. Harvard Business Review”.
  2. Porter, Michael E. “Las cinco fuerzas competitivas que le dan forma a la Estrategia. Harvard Businees Review”.
  3. Kast, Freemont E. y Rosenzweig, James E. Administración en las Organizaciones un Enfoque de Sistemas. Mc Graw Hill, México, 1979.
  4. Bossidy, Loary y Charan, Ram. El Arte de la Ejecución en los Negocios. Edit. Aguilar, Bogotá 2014.
  5. Chopra, Deepak. El Alma del Liderazgo. Santillana, Ediciones generales. Bogotá. 2011

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