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INNOVANDO PARA CAMBIAR EL MUNDO: CÓMO PENSAR DE OTRA MANERA PUEDE MARCAR LA DIFERENCIA EN EL DESARROLLO DE UN PAÍS COMO COLOMBIA

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Fecha: 04/04/2023
La innovación es una fuerza poderosa que puede cambiar el mundo. Al pensar diferente y desafiar lo establecido, podemos marcar la diferencia y lograr un impacto positivo en la sociedad. La innovación no se trata solo de crear productos o servicios nuevos, sino de encontrar nuevas formas de hacer las cosas y de resolver problemas existentes y relevantes para la sociedad.

INNOVANDO PARA CAMBIAR EL MUNDO: CÓMO PENSAR DE OTRA MANERA PUEDE MARCAR LA DIFERENCIA EN EL DESARROLLO DE UN PAÍS COMO COLOMBIA

Daniel Pineda Moreno
Asesor, Evaluador Modelo EFQM

El gráfico de burbujas ilustra la relación entre el nivel de ingresos (PIB per cápita) y el rendimiento en innovación (puntaje IGI), permitiéndonos visualizar cómo se desempeña cada país en términos de innovación, en relación a su nivel de desarrollo económico. La línea de tendencia representa el rendimiento esperado en innovación para cada nivel de ingresos. Las economías que se encuentran por encima de la línea de tendencia están superando las expectativas en cuanto a innovación, mientras que las que están por debajo están rindiendo menos de lo esperado. En el caso de Colombia, su rendimiento en innovación se encuentra dentro de las expectativas para su nivel de desarrollo económico en términos de PIB per cápita. Es importante destacar que el gráfico de burbujas no sólo nos permite evaluar el rendimiento en innovación de cada país, sino que también nos muestra cómo se compara con otros países en el mundo.

https://www.wipo.int/global_innovation_index/es/index.html

Según el Índice Global de Innovación (IGI) 2022, Colombia ocupa el puesto número 63 en el ranking mundial de innovación. Aunque ha mejorado su posición respecto al año anterior (67), aún se encuentra por debajo de otros países de la región como Brasil, Chile y México.

El Índice Global de Innovación (IGI) es publicado por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), una agencia especializada de las Naciones Unidas. El IGI clasifica la innovación y analiza alrededor de 130 economías, reconociendo que la innovación es clave para el desarrollo económico. Durante la última década, el IGI se ha convertido en una referencia líder en innovación y una “herramienta para la acción” para economías que quieren mejorar sus resultados en innovación.

Las expectativas para Colombia en términos de innovación están relacionadas con distintos factores. En primer lugar, el país debe seguir trabajando en el fortalecimiento de su ecosistema de innovación, incluyendo la estimulación en proyectos de investigación, desarrollo e innovación (I+D+I), la creación de políticas públicas para la innovación y el desarrollo de conocimiento y el impulso a la formación de capital humano altamente capacitado. Además, Colombia debe seguir trabajando en la creación de un ambiente propicio para el emprendimiento y el mejoramiento de la calidad de la gestión en las organizaciones maduras. Estos enfoques adicionalmente deben considerar el fortalecimiento del ecosistema empresarial para el desarrollo de emprendimientos competitivos y la facilitación de financiamiento para proyectos disruptivos y bien estructurados, que le apunten entre otras cosas al cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible ODS.

Se puede afirmar entonces que la innovación es una fuerza poderosa que puede cambiar el mundo. Al pensar diferente y desafiar lo establecido, podemos marcar la diferencia y lograr un impacto positivo en la sociedad. La innovación no se trata solo de crear productos o servicios nuevos, sino de encontrar nuevas formas de hacer las cosas y de resolver problemas existentes y relevantes para la sociedad. Sin embargo para pasar de la idea al proyecto, es importante considerar algunos factores claves para apalancar el desarrollo de la innovación en un país como Colombia.  Por ejemplo: los niveles de inversión en investigación y desarrollo (I+D) son fundamentales para apalancar la innovación en un país. La inversión en I+D permite el desarrollo de nuevas tecnologías, mejora de procesos y creación de nuevos productos y servicios que aumenten la competitividad. Es necesario un ecosistema de innovación sólido, la colaboración entre empresas, universidades, centros de investigación y políticas públicas que promuevan la innovación. La capacitación de las personas y un sistema educativo que fomente la creatividad y el pensamiento crítico también son indispensables.

Según el Informe Nacional de Competitividad (CPC 2022), la inversión en investigación y desarrollo en Colombia se ha mantenido en la última década en niveles entre 0,20% y 0,37% del PIB, muy por debajo del promedio de la región y de los países OCDE. Por hacer una comparación, en Brasil se ha logrado alcanzar niveles de inversión en I+D de 1,21% del PIB.

Vamos a las bases: ¿Qué es la innovación?

En la actualidad y desde hace ya algunos largos años, tiene vigencia la definición de innovación que encontramos en el Manual de Oslo de la OCDE. Este documento establece las directrices para la medición y análisis de la innovación en los países. Es considerado como la referencia internacional más importante para la definición y medición de la innovación en la economía moderna.

En este manual, en su 4ta edición, se define la innovación de la siguiente manera: “Una innovación es un producto o proceso (o combinación de ambos) que difiere significativamente de los productos y procesos previos, y que se han puesto a disposición de los potenciales usuarios (productos) o implantados en la organización (procesos)”.

La innovación, según el Manual de Oslo, implica cambios significativos en la forma en que se llevan a cabo las actividades de una organización, y estos cambios deben ser tanto novedosos como útiles para el mercado y los consumidores, es decir, debe ser reconocida como una innovación para los grupos de interés a quienes este dirigido. Además, la innovación puede ser tanto tecnológica como no tecnológica, y puede tener lugar tanto en empresas pequeñas como en grandes corporaciones, así como en organizaciones del sector público y en organizaciones sin fines de lucro.

Aunque existe una definición formalmente reconocida a nivel mundial, la clave radica en desarrollar un entendimiento práctico del concepto de innovación, especialmente para empresarios y emprendedores, quienes lo aplicarán en sus organizaciones. En las definiciones presentes en el Manual de Oslo, se indica que la innovación se refiere más a una “innovación como resultado” y a los “tipos de innovación” que al concepto de innovación en sí mismo. Esto implica una diferencia entre el proceso utilizado para lograr algo y lo que se logra finalmente. Por lo tanto, se concluye que una definición formal de innovación debe contemplar tanto el proceso (innovar) como el resultado obtenido (innovación).[1]

 

Diferencia entre creatividad e innovación

La creatividad y la innovación son conceptos relacionados, pero no se puede decir que son lo mismo. La creatividad en términos generales es la capacidad de generar nuevas ideas y relaciones entre los elementos de un sistema, mientras que la innovación es la implementación de esas ideas en el mercado, creando valor a los grupos de interés.

La creatividad es el punto de partida de la innovación, ya que sin ideas nuevas y originales no habría nada para innovar. La innovación, por su parte, implica la creatividad, pero también requiere habilidades de ejecución, planificación y gestión para llevar a cabo el proceso de implementación, muy similar a la gestión de proyectos.

Es esencial diferenciar estas dos etapas durante los procesos del desarrollo de la innovación , ya que cada persona que conforma una organización tiene una perspectiva única. Debido a esto, es común encontrar distintos perfiles en las empresas, como personas con una gran capacidad creativa pero falta de disciplina, herramientas y habilidades para desarrollar proyectos, o al contrario, personas con baja creatividad pero habilidades y disciplina para implementar proyectos exitosos. Por lo tanto, en un equipo de innovación, es fundamental contar con miembros que combinen habilidades creativas y habilidades de ejecución para lograr proyectos innovadores permanentemente.

Además, al tener una comprensión clara de los resultados esperados, enfoques y metodologías para la implementación de proyectos innovadores, así como los mecanismos de control y evaluación del rendimiento en cada una de estas dos etapas, se puede empezar a desarrollar ciclos de gestión, aprendizaje y mejoramiento continuo. Asimismo, se puede establecer un esquema formal de innovación organizacional.

 

Reflexiones finales

Después de analizar la relación entre los niveles de ingresos y el rendimiento en innovación, y considerar el posicionamiento de Colombia en el Índice Global de Innovación, se puede concluir que el país aún tiene un camino muy interesante por recorrer en materia de innovación. Para mejorar nuestro rendimiento en innovación, debemos fortalecer el ecosistema de innovación, promover la investigación y el desarrollo, crear políticas públicas que fomenten la innovación, mejorar la calidad de la gestión en las organizaciones y apoyar el desarrollo de emprendimientos competitivos facilitando el financiamiento de proyectos disruptivos y bien estructurados que le apunten y contribuyan entre otras cosas, al cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible ODS.

Para lograr una integración completa de la innovación en las organizaciones, es fundamental que se la considere como un valor estratégico y que esté presente en la cultura y en la estructura organizacional. Esto implica promover la innovación desde la dirección y en todos los niveles de la organización, creando un entorno propicio para fomentar la creatividad, la experimentación y el aprendizaje continuo. Además, es importante establecer procesos y sistemas que permitan la identificación y gestión de ideas innovadoras, así como la evaluación y el seguimiento de los proyectos de innovación en curso y los resultados obtenidos. La gestión de la innovación debe ser parte integral del sistema de gestión de la organización, asegurando que se realice de forma sistemática y sostenible en el tiempo.

Cabe resaltar que para fomentar la innovación de forma efectiva es necesario fomentar una cultura y un ambiente en el que puedan desarrollarse actitudes de “no culpabilización” y un espacio para experimentar, equivocarse y aprender de los errores[2]. Esto es parte natural del proceso de innovación. La organización debe estar dispuesta a asumir riesgos y aceptar que algunos proyectos pueden no tener éxito, siempre y cuando se aprenda de ellos y se mejore en el futuro.

El modelo de excelencia EFQM es una herramienta que permite desarrollar ejercicios de comparación y referenciación competitiva entre organizaciones sobresalientes que buscan permanentemente alcanzar altos niveles de sostenibilidad y competitividad. Es así como en el modelo EFQM encontramos compiladas en los criterios y subcriteiros el resultado de la investigación más avanzada de prácticas de clase mundial que se han identificado en organizaciones reconocidas por la excelencia en su gestión. En este marco, como es de esperarse, los temas asociados al desarrollo de prácticas de clase mundial en creatividad e innovación se encuentran distribuidas en cada uno de los 3 ejes del modelo de excelencia en gestión organizacional EFQM: Dirección, Ejecución y Resultados.

En el eje de Dirección, encontramos prácticas relacionadas con desarrollar la capacidad de la organización para plantear un propósito, visión y estrategia, y una cultura de innovación que le permita adaptarse a los cambios del entorno y anticiparse a las necesidades de sus grupos de interés clave. Igualmente se revisa la capacidad de los líderes para fomentar la creatividad en la organización, invirtiendo recursos y estableciendo una cultura que promueva el aprendizaje continuo, la mejora y la innovación.

En el eje de Ejecución, encontramos prácticas relacionadas con enfoques para la creación de valor intencionado, donde la creatividad y la innovación resultan fundamentales para identificar nuevas formas de hacer las cosas y de ofrecer productos y servicios que generen satisfacción en todos los grupos de interés.

Finalmente, en el eje de Resultados se revisan prácticas asociadas a la gestión por resultados de las organizaciones, que son en teoría, consecuencia de la implementación de enfoques planeados intencionadamente para la creación de valor sostenible a los grupos de interés (relación sistémica entre los ejes de Dirección, Ejecución y Resultados). Aquí se mide el impacto en la percepción de los grupos de interés frente a la oferta de valor entregada, y el rendimiento estratégico y operativo del sistema de gestión. A partir de su análisis, se espera que se generen aprendizajes organizacionales que son él insumo principal para la toma de decisiones (generación de conocimiento, creatividad) y la creación de valor a los grupos de interés (mejoramiento continuo e innovación).

 

[1] Tomado del artículo:  “No me diga que ser creativo es ser innovador”. https://www.linkedin.com/pulse/y-al-fin-de-cuentas-qu%C3%A9-es-eso-la-innovaci%C3%B3n-tanto-martinez-bernal/

[2] Modelo EFQM. Criterio 2. Cultura de la organización y liderazgo. Subcriterio 2.2 Crear las condiciones para hacer realidad el cambio.

 


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